J.J.C.C (Juventudes Columnistas)

Hay una especie de epidemia de columnistas, partiendo por los colaboradores de ese engendro periodístico de la Diego Portales, llamado Ctrlz, (revista que es un verdadero spam en cada esquina), hasta la Zona,( la nave madre del periodismo pitillo), que a la hora de reseñar una película, recomendar un lugar donde carretear o lo que sea, llenan el articulo de datos autobiográficos que no le importan a nadie.
Desde el punto de vista de un lector cualquiera, se puede hacer una proyección periodística a la manera en que cubrirán el concierto mas cercano, que es el de The Kooks el 12 de este mes, donde habrá que enterarse de cómo se llama la amiga de la ex polola que se encontraron en la puerta, qué canción les recuerda un carrete increíble en la playa y hasta cuánto se demoraron en limpiarse el culo en el baño del Caupolican.
No es muy difícil imaginar cómo serian las primeras frases del reportaje. Comenzaría con una especie de divagación ondera-epifánica-barata, algo asi como: "Siempre me gusto la música mas que el promedio. En el colegio me ponía los audífonos y no conectaba con nadie, porque sentía que nada me unía al resto. Pero anoche, con The Kooks, apenas sonó el primer acorde, creo que me conecté con todo el teatro".
Hay columnas que están escritas en primera persona que son geniales, donde lo personal realmente aporta a la historia, pero hoy son mas la excepción que la regla. La mayoría enfrenta cada articulo como si fueran Ana Frank.
Creen que empezando cada frase con Yo... o A mi..., desarrollaran de mejor manera el punto de vista.
Como si para lograr un estilo original fuera necesario contar pasajes irrelevantes de la vida.
Ni hablar de las entrevistas. Muchas veces los periodistas ocupan mas de la mitad del espacio que tienen para publicarla, con opiniones personales, lucimientos inútiles, haciendo eternas descripciones del lugar de la entrevista o entregando una especie de biografía del entrevistado con datos ya mas que conocidos, dejando para el final unas cuantas preguntas. O sea, el entrevistado fue solo un pretexto para hablar de si mismos.

Los editores deberían prohibir a los colaboradores que publiquen en primera persona hasta que se ganen un nombre mas allá de su lista de amigos de facebook o de sus followers en twitter. Hasta que dejen de querer hacer sentir orgullosos a sus familiares.
Tal vez un buen periodista sea como un buen arbitro, mientras menos se nota, mejor lo hace. En una de esas el truco está en ocultarse mas para mostrar mejor el objeto del articulo. Camuflar el ego. Mas reporteo y menos paja mental.