Alguien me mira.

Me están llegando unos mails extraños. El primer mail llego hace como un mes. Era largo. Bien escrito. No se si es de un hombre o una mujer. Se identificaba con una sigla: I.A.B.O.T. No se qué significa, aunque según la persona que me manda los mails, tengo que pensar un poco y me daré cuenta de qué se trata todo. Raro. En una parte del mail decía. Te puedo causar mucho daño o viceversa, eso depende te ti. En una de esas anda un sicópata suelto por ahí a punto de asesinarme y estos son mis últimos días en esta tierra.
Igual a veces me siento patético cuando me llega una invitación de amistad en Facebook, y si no tengo ningún amigo en común, le mando mensajes con preguntas para saber quien es la persona antes de aceptarla como amiga /o en Fb.
Siempre he sido un paranoico, pero en estos tiempos no ser paranoico es casi estar poco informado. Me acuerdo cuando era chico, así como en tercero o cuarto básico, no entendía porque mis compañeros o profesores eran simpáticos conmigo. Estaba seguro que mis papas les pagaban para que me trataran bien. A eso iban a las reuniones de curso, en el fondo, a ponerse de acuerdo. No entendía bien las razones que tenían para tratarme bien si yo no hablaba con nadie. Encontraba que su respeto, o complacencia, era injustificada.
Pasa el tiempo y creo que no he cambiado nada. Sigo igual de tímido, paranoico, solitario, autorreferente y disperso. Todavía no le pierdo el miedo al mundo, pero con un anónimo que me llega como tres veces por semana a mi correo es casi imposible que se me pase.